Yuto se encontraba sentado en los vestidores, tratando de recordar todo lo que debía hacer en ese episodio del SC. Le había sido imposible dormir esa noche, así que todo desvelado acudido a las grabaciones que se realizarían ese día. A lo lejos observaba como Takaki y Chinen discutían sobre algo, parecía que Takaki se negaba a usar algo que Chinen le daba.

Yuto sonrió, esos dos parecían siempre tan unidos, tal como había estado él algún tiempo con…

-¡Hey, Yuto! –Le grito Daiki-. ¿Qué haces ahí? Ya casi comenzamos…

-Ya voy… -Murmuro Yuto, todo apesadumbrado por los pensamientos que había tenido a penas unos segundos atrás.

Todos se prepararon para la salida, los invitados serian los Hey! Say! 7, y como ya era conocido, Daiki, Takaki y él conducían parte del show.

Yuto suspiró, escucho algunas ultimas indicaciones de parte del director anunciándoles que en unos segundos más comenzaría el show. Podía oír a cientos de chicas gritando allá fuera, esperando su gloriosa salida. Su cabeza comenzó a dar vueltas de pronto, el color de camisa de Chinen no se despegaba de sus ojos, ya sabía que no debía mirarlo.

Sacudió su cabeza en espera de que ese mareo se fuera, realmente estaba cansado y con sueño pero debía esforzarse.

-¿Te sientes bien? –Le pregunto Takaki de pronto.

Yuto solo atino a decir que si con la cabeza, pero no miro a su compañero de grupo. Su vista estaba clavada en el piso.

Escucho la voz de Keito diciendo algo pero no entendió ni pio, parecía que Keito había empezado a hablar en otro idioma que ni siquiera era ingles. Sintió que alguien lo tomo por los hombros y vio una cosa roja acercándose, antes de cerrar por completo sus parpados…

Detrás de escenario, Yamada esperaba impaciente por salir a actuar, pero primero debían aparecer los presentadores y dar una pequeña introducción al show. Miro a su izquierda y vio como Takaki y Chinen discutían, de seguro el pequeño quería que el mayor realizará algo, Chinen siempre era así. Miro hacia otro lado y sus ojos se toparon con Yuto, sentado ahí con cara de estar en todos lados menos ahí. Decidió acercarse a ver si todo se encontraba bien, pero en ese momento Daiki se acerco a Yuto para traerlo de vuelta a la tierra y Yuto había reaccionado de la manera correcta, así que dejo eso por la paz.-

Yamada arreglo un poco su vestuario, pero en realidad estaba pensando. Tenía tiempo sin tener una conversación con Yuto, algo los había distanciado. Quizás era porque él siempre estaba ocupado, y por lo mismo Yuto se había refugiado en algún otro miembro de JUMP, cansado de esperar a su amigo. La verdad, era que extrañaba la calidez de Yuto, pero no sabia como decírselo, siempre que intentaba acercarse algo sucedía y era prácticamente obligado a alejarse de él.

Se acerco con el resto del grupo para esperar salir. De pronto, Takaki pregunto a Yuto si se encontraba bien. De inmediato, Yamada dirigió su vista a Yuto, y la verdad era que el chico no se veía nada bien, y a pesar de eso, el alto dijo que si con su cabeza.

-Creo que Yuto no se encuentra bien –Dijo de pronto Keito, siempre tan bueno para darse cuenta cuando algo iba mal.

Yuto ni siquiera reacciono a lo que Keito decía. Yamada se acerco, y sin pensarlo, lo tomo por los hombros, sintiendo como el cuerpo de Yuto se ponía aguado y débil. Los ojos del alto parecían distantes y se cerraron…

Corría por un bosque, en el cual los arboles eran tan espesos que tapan la luz del sol. Sentía miedo, algo lo perseguía y no podía perderlo. Se escondió detrás de un árbol, su corazón latía a mil por hora.

-No puedo permanecer aquí –Se dijo y salió disparado hacia un claro que veía más adelante. Ahí la luz era constante y sabia que estaría a salvo de todo peligro.

Escucho fuertes pisadas tras él, pisadas que se acercaban más y más, y aunque intentará correr más rápido no parecía acercarse ni un milímetro al claro. Su corazón iba a explotar, sabia que esa bestia estaba ya sobre él, tenía que correr pero no podía, ya no podía hacer nada más que darse por vencido…

-¡YUTO! –Le grito Yamada, el chico se había desvanecido en el suelo, y él lo sostenía a como podía.

Lo sacudió un poquito y Yuto abrió sus ojos.

-¿Y la bestia? –Murmuro sin percatarse de la situación.

-¿Cuál bestia? –Pregunto Yamada atónito-. Te acabas de desmayar, ¿te sientes bien?

Levanto a Yuto y, con la ayuda de Keito, lo sentó en una banca de los vestidores. Yuto sacudía constantemente su cabeza, hasta que abrió por completo sus ojos y el color regreso a su rostro.

-¿Qué sucedió? –Pregunto sin saber de nada.

-Te desmayaste –Dijo Keito-. Si no hubiera sido por Yamada, hubieras caído al suelo.

Yuto dirigió su mirada al chico que estaba parado frente a él y sonrió, le agradaba saber quien lo había salvado. El director vino y ordeno que todos estuvieran listos.

-Yamada-kun, cuida de Yuto hasta que se sienta bien –Le ordenó-. El resto estén listos.

Todos los chicos salieron hacia escenario, y Yamada se sentó junto a Yuto, poniendo una de sus manos en el hombro del más alto.

-¿Cómo te sientes? ¿Te traigo agua? –Pregunto Yamada comenzando a levantarse.

-¡No! –Dijo Yuto, tomándolo de la mano, como reacción-. Solo… solo quédate conmigo.

Yamada miro la mano de Yuto sobre la suya y no pudo evitar que su estomago se pusiera como torbellino, ahora el que se iba a desmayar era él.

-Gracias… por salvarme –Le dijo Yuto.

-No te salve –Dijo Yamada, algo nervioso-. Solo te sostuve para que no cayeras.

-¿Y eso no es salvarme? –Pregunto Yuto, se dio cuenta que estaban solos, era la oportunidad perfecta para arreglar las cosas y que su amistad pudiera volver a florecer-. Y tal vez algo más…

-¿Algo más? –Pregunto Yamada.

-Lo siento, pensaba en voz alta –Se excuso Yuto, y era la verdad. Tenía demasiado tiempo pensando que tal vez, solo tal vez, Yamada podría ser algo más que su mejor amigo.

-Siempre haces eso –Dijo Yamada, inflando las mejillas y con voz de reclamo-. Incluso después de desmayarte, vuelves diciendo cosas de bestias y no se que más, y no me explicas nada, Nakajima.

-No te enojes –Dijo Yuto asustándose-, Lo siento, sabes que siempre hago eso, pensar en voz alta… Solo yo me entiendo a mi y mis bestias –Sonrió-.

-Pues si, pero… -Yamada miro al suelo-. También me gustará poder entenderte, como antes…

El corazón de Yuto dio un vuelco, así que Yamada también quería que volvieran a ser amigos, eso lo ponía demasiado feliz, incluso, olvido su malestar.

-Yama-chan, ¿quieres volver a ser mi mejor amigo? –Pregunto sonriendo.

-¡Jamás he dejado de serlo! –Yamada lo miro sonriendo-. Es solo que, he estado ocupado, pero Yuto, tu y yo… siempre… siempre…

-Estaremos juntos… -Termino la frase Yuto.

-Pensé que lo habías olvidado…

-Claro que no –Yuto se puso de pie-. Fue una promesa entre los dos, y así trabajes todo el día, sabes que estaré para ti en cuanto me llames…

-Lo se –Yamada también se puso de pie-. Porque eres mi mejor amigo.

-Exacto.

-Parece que te encuentras bien –Dijo Yamada sonriendo, notando que Yuto aun no soltaba su mano.

-¡Claro que si! –Dijo Yuto sonriendo, y apretando un poco la mano de Yamada-. Porque tengo a alguien a mi lado que siempre estará para sostenerme y no dejarme caer.

-Entonces, es hora del show –Dijo Yamada.

Ambos se dirigieron hacia la entrada a escenario, seguros de que aunque el mundo se pusiera en contra de ambos, podrían superarlo con su amistad, al menos hasta el momento eso eran, los mejores amigos.